Al
despertarse
Despertándome con
una sonrisa,
sé que tengo 24
horas nuevas para mí.
Prometo vivirlas
con plenitud,
y ver a todos, con
los ojos de la compasión
Abriendo
la llave del agua
El agua fluye desde
fuentes en lo alto de la montaña.
El agua corre
profunda dentro de la tierra.
Maravillosamente,
llega a mí.
Sus beneficios me
tocan con profundidad
Tomando
té
Esta taza de té en
mis dos manos–
¡la atención se
mantiene
en posición
vertical!
Mi mente y cuerpo
moran
en el aquí y el
ahora.
Conduciendo
Antes de arrancar
el coche,
sé adonde voy.
El coche y yo somos
uno.
Si el coche va
rápido, voy rápido.
Si el coche va
lento, voy lento.
Preparando
las verduras
En estos vegetales
frescos
veo un sol verde.
Todos los Dharmas
se juntan
para hacer posible
la vida.
Las
Cinco Contemplaciones
Esta comida es el
regalo de todo el universo –la Tierra, el cielo y mucho trabajo duro.
Que comamos con
atención de manera de ser dignos de recibirla.
Que transformemos
nuestros estados mentales poco hábiles y aprendamos a comer con moderación.
Que sólo tomemos
alimentos que nos nutren y previenen enfermedades.
Aceptamos esta
comida para llevar a cabo el camino del entendimiento y el amor.
Sirviendo
la comida
En esta comida
veo claramente la
presencia
de todo el universo
manteniendo mi
existencia.
Empezando
a comer
Con el primer
bocado, prometo ofrecer alegría.
Con el segundo,
prometo ayudar a aliviar el sufrimiento de los demás.
Con el tercero,
prometo ver el gozo ajeno, en el mío propio.
Con el cuarto,
prometo aprender el camino de desapego y ecuanimidad.
Terminando
mi comida
El plato está
vacío.
Mi hambre
satisfecha.
Prometo vivir,
por el beneficio de
todos los seres
Lavando
los platos
Lavar los platos,
es como bañar un
Buda bebé.
Lo profano es lo
sacro.
La mente diaria es
la mente del Buda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario